Vengo esperando alguna señal clara, y cuando la encuentro, por fin, sucede que nada sucede como debía suceder, como tenía imaginado que sucediera.
Mi nombre es Mariangel y él es Miguel.
- Saluda Miguel
- Qué tal (?)
- Bien, ésta es mi historia... Nuestra historia.
Despierto, y tengo la sensación de que hoy será el día.
Ansío que sientas ganas de verme.
Transcurre el día, y por fin te veo. ¿Cómo saludarte? ¿Cómo mirarte? ¿De qué manera hablarte?
Te cuento mi día, y hago que me cuentes el tuyo, y te saco algunos detalles más acerca de ti.
Bien, - ¿Adivina? ¡El viaje va! ¿Vienes
- ¿Vamos ya?
- ¡Claro que ya! Es mejor que demos prisa.
Llegamos a casa, y mis padres nos llevan al lugar.
¡Javier, Ana, Andrés, Joseph, Aramís, Itzel, Chui, Ronald! Mis quebines, ¿Qué onda con las carpas? ¿Quieren cenar? Os trajimos un regalo.
Mientras, mis padres andan en busca de alguna casa en alquiler por los alrededores de donde estamos.
Miguel saca el dulce, y yo la yerba, ¿Quién quiere? Todos agarren un poco.
- ¿Sí alcanzará?
- Es demasiado, pero te aseguro que no sobrará.
- Dudo que sobre, de eso jamás hay demasiado, jamás sobra, si no se consume, se fuma, y que las vacas vuelen.
Bien, llegan mis padres y mi hermana, y claro, nos ven comer chocolate, y piden un poco, ¿Qué más podría hacer? ¡Les tuve que dar!
Al parecer alquilaron una cabaña.
¿En dónde estamos? Pues en Cubiro, déjenme decirles.
Nos invitan a la cabaña, pues al parecer es enorme y con un terreno inmenso.
Empacamos y caminamos, quedaba algo apartado, pero al llegar, todo era tan perfecto... solitario, nublado, muy nublado, lo que conduce a mucha humedad, y mucho frío, nos estábamos congelando, así que hicimos la típica fogata. Fue tan divertido, una fogata entre idiotas. ¿Qué más cliché que eso? ¡Todos colocados! ¿Qué más asombroso que eso? Estoy con Miguel, ¿Qué más grandioso...?
Bien, muchos pensamientos y aún estoy aquí.
Necesitamos comer, pero, se me olvidaba el factor [Padres colocados] ¡Ni se imaginan! Mis padres estaban tomando alcohol, y no se querían acostar, y estaban bailando sin música, estaban más colocados que todos nosotros, qué desastre, cómo les detengo? De pronto empiezan a pelear, ¿Cómo carajos les detengo?
Mi madre dice que hay algo en la casa, y mi padre dice que se quedarán allí porque ya canceló.
¿Qué tiene la casa? No entiendo, es perfecta.
Ya está oscureciendo, al fin hice recostar a mis padres, nosotros, mientras, nos hicimos unos panes con la carne que hizo mi padre. ¿Mi hermana? Desde hace rato se quedó dormida.
Afuera quedamos sólo los que somos, los que querían más, los que... Esperen, ¿Qué es eso? ¡¿Qué es eso?! Acabo de ver una sombra con brillo. ¡¿Quién ve una sobra con brillo?!
-Mari, estás colocada, es todo.
- Está bien, está bien.
Quedamos menos fuera. ¿Quiénes faltan? ¿De quién fue la idea de jugar la ouija?
Los odio.
¡Algo me tocó! ¡Juro que algo me tocó! Miguel, fuiste tú? Me quitaste la cola de el cabello?
*Me ignora*
- Aramís, es Javier el que está detrás de ti?
- No, Javier entró con Itzel hace un rato.
- Maldita sea, voy a entrar.
Entré a uno de los cuartos, eran 4. Fui al baño, me enjuagué la cara, y...
- Mariangel ¿Estás bien? ¿Qué te sucede? Vamos, ningún día tan perfecto como éste, no lo arruines.
¡Maldita sea! ¿Cómo coños se ha roto solo el espejo? Oh por dios, mi mano sangra... ¿Qué ha sucedido? ¡Yo no lo he roto, estoy segura!
Me enjuago la mano, reviso el kit de primeros auxilios que está detrás de el espejo, y encuentro una venda, perfecto.
Salgo afuera... Faltan Ana y Chui. ¿Dónde están?
- No tenemos ni idea, estaban aquí, y de pronto ya no, nadie se dio cuenta cuando se fueron.
Genial -Pensé- espero que todo lo que ha sucedido en el baño sólo lo haya imaginado.
Bien, siguen jugando?
-Claro -Dice aramís- Faltas tú, carajita, te pierdes rápido. Tú eres la que hace que sucedan cosas extraña, ven rápido.
Ni te imaginas -Pensé-
Me acerco, y empiezan con preguntas que no entendía, en ese punto sólo pensaba en qué se hicieron Ana y Chui si no los vi en el pasillo, ni escuché puertas, y el terreno es limitado. Aunque realmente está todo muy nublado.
De pronto se movió el indicador.
-¿Quién lo ha movido?
- ¿Joseph?
-Yo no he sido
- ¿Miguel?
- Yo no he hecho nada!
- Ronald?
- Ya no quiero jugar más...
¡De pronto el tablero voló! Así como lo escuchan, ¡voló! Y los gritos de Ana por detrás de la casa se escucharon de terror. Todos nos miramos entre sí. ¿Vamos? ¿Qué habrá sucedido? ¿No estaba con Chui?
Nos levantamos, pero de pronto la neblina subió demasiado, hasta el punto en el que no veíamos nada. Tuvimos que sacar los celulares para alumbrar con eso. No trajimos Linternas, pero ¿Qué íbamos a saber?
Yo tomé de la mano de Miguel. No sé si fue más para no perderme que para sentir que estoy a su lado, pero, la cuestión es que lo hice. Él, de hecho, se acercó más a mi.
- Ana? Dónde están? Chui?
- No creo que estén por acá, Aramís, se escuchó detrás
- No quiero ir atrás!
- Ronald, si quieres te quedas en la carpa.
- Ni loco!
- Creo que se apagó la fogata
- Imposible!
De pronto salen Javier e Itzel bañados en sangre con cara de pánico
- Ana y Chui... Están arriba, están dando vueltas, qué hicieron?
Itzel se desmayó, corrimos a levantarla, Javier trató de limpiarse como pudo. No se podía mojar, el agua estaba helada, y el calentador no quería funcionar.
Entramos al cuarto, todo se cerró, empezaron los gritos, incluso yo grité! Pero cómo no si mis amigos estaban muertos! Muertos y dando vueltas en el ventilador!
Yo corrí al baño a enjuagarme la cara, no sentía nada de eso real. ¡Es que todo pasó tan rápido! Yo simplemente estaba pensando que todo debe ser un error, un mal entendido, ¿¡Todos seguimos colocados o qué coño!? ¿Y mis padres cómo pueden seguir dormidos como si nada? Los fui a ver, y están como si nada, siguen respirando, están dormidos, como si nada, ¿Qué sucede en ese cuarto? ¿Quién movió la ouija? ¿Quién rompió el espejo?
De pronto Javier exigió que nos fuesemos a dormir. ¿Cómo puede decir eso? ¿Qué le sucede?
De pronto se enfadó tanto, que no sabíamos cómo tomarnos su comportamiento.
- Sólo está asustado, claro está -Dice Aramís-
- Espero sea eso, no entiendo nada, ¿Qué haremos?
-Dormir, tal como dice Javier, nadie está cuerdo, ¿Y qué si todo ésto es una broma?
Me revisé la mano vendada... - ¿Qué te pasó? -Pregunta Miguel-
- Nada
Me quité la venda y noté que ya no tenía ninguna cortada, no entendía nada. ¿Y si en verdad todo esto es un malentendido?
Nadie está muerto, todos solamente estamos teniendo una mala nota. Pero... ¿Y qué con la ouja que salió volando?
- Dormiremos todos en la habitación frente donde están durmiendo tus padres ¿Les parece a todos? -Dice Aramís-
- Joseph había ido al baño vecino, porque yo estaba en el baño de allí, y llegó corriendo con cara de trauma, confusión y risa.
-¿Qué fue?
- Chui y Ana... Estaban juntos
- ¡Lo sabemos, están ahí!
Y cuando señalé, miramos, y no había nada.
Javier estaba limpio, aunque Itzel seguía inconsciente.
Fuimos a la habitación vecina, y Chui nos empezó a insultar por interrumpirles. Le explicamos, pero no nos creyeron, pensaron que los queríamos fastidiar. Ya todos estábamos cansados, y a la vez muy asustados, no entendíamos nada, pero estábamos bien, y sólo necesitábamos descansar.
Habían sólo dos camas en cada cuarto, así que los chicos buscaron tres colchones más, y eran dos por cada colchón, como pudiesen.
Itzel y Javier, Ronald y Andrés, Chui y Ana, Aramís y Joseph, y por último, Miguel y yo.
Diría que dormí mal, pero no fue así, Miguel estaba muy pendiente de mi toda la noche, de hecho, me cuesta pensar que durmió bien, si cada vez que yo suspiraba dormida, él me preguntaba si estaba bien. A mitad de la noche me voltee para ver si estaba dormido...
-¿ Qué sucede?
- Nada, nada, por qué no haz dormido?
- Sí lo he hecho, pero poco.
- Siento haberte hecho pasar por todo esto, ha sido un desastre, aunque... Viéndole el lado bueno, si salimos vivos de esto, ya tenemos una anécdota para contarle a los de el transporte.
- Sabes que no nos van a creer, cierto?
- Ese no es el punto...
- Entiendo, bueno, tú por qué despertaste?
- No lo sé, se me quitó el sueño. Quieres salir a fumar? Cigarros, claro.
- Te aseguro que es lo único que voy a fumar desde ahora
- Es un sí?
- No sé, no sé si sea muy buena idea, luego de lo que sucedió...
- Cierto, yo sólo saldré unos minutos y vuelvo, ¿Vale?
- ¿Sola?
- Sólo serán unos minutos...
A la final, salió conmigo, y fumamos un par de cigarrillos, nos hicieron bien. Sentimos como que todo lo que sucedió fue obra de nuestra imaginación.
-Estábamos muy colocados, es todo.
- Eso creo, aunque... Cuando entré al baño de el 3er cuarto, el espejo se rompió de pronto, no dije nada porque creí que era cosa mía, y bueno, así fue, porque cuando preguntaste, me quité la venda y no tenía nada.
- Aún siento dudas de lo que ha pasado, ésta casa es algo extraña
- En definitiva, pero ahora siento mucha calma, mira la vista, ya la neblina se fue, y esto es hermoso.
- Bueno, ahora que lo mencionas... Sí, se siente la calma.
- Y el frío, jajaj
Allí Miguel me abrazó. Me pareció raro y agradable, usualmente no lo hace.
Duramos algo allí pegados.
¡Esa era la señal que necesitaba! Me miró, y nos acercamos, y... La madera de la fogata se volvió a encender, quedamos paralizados, y me hizo correr hasta la habitación, todos estaban tirados en el piso, asustados.
¿Qué sucede? -Preguntamos- Y ellos señalaron arriba, estaba escrito en rojo "No son bienvenidos, si no mueren, viven eternamente junto a mi", "Si no mueren, viven conmigo" Eso estaba escrito en todo el techo, quedamos helados. Despertamos a mis padres, y huimos de allí.
Nada fue como debía suceder.
Amaneció, y mi madre me dijo que sacara unas panquecas que estaban en la parte de atrás de la camioneta. Mi madre le pidió a mi padre que bajara la velocidad ya que nos acercábamos a una vertiente.
Bien, yo reviso atrás y...
- ¡Oh por Diós!
-¿Qué sucede?
Los chicos se asoman, y... La ouija está en la camioneta.
-Que bajes la velocidad te digo, lino!
- Quité el pie de el acelerador! La camioneta no responde ni al freno!
Y así fue como todo sucedió como nada debía suceder... La vertiente era mortal, de hecho, fue mortal.
Mi nombre es Mariangel, y él es Miguel.
- Saluda Miguel
- Qué tal (?)
- Bien, ésta es mi historia... Ésta fue nuestra historia.
Mi nombre es Mariangel y él es Miguel.
- Saluda Miguel
- Qué tal (?)
- Bien, ésta es mi historia... Nuestra historia.
Despierto, y tengo la sensación de que hoy será el día.
Ansío que sientas ganas de verme.
Transcurre el día, y por fin te veo. ¿Cómo saludarte? ¿Cómo mirarte? ¿De qué manera hablarte?
Te cuento mi día, y hago que me cuentes el tuyo, y te saco algunos detalles más acerca de ti.
Bien, - ¿Adivina? ¡El viaje va! ¿Vienes
- ¿Vamos ya?
- ¡Claro que ya! Es mejor que demos prisa.
Llegamos a casa, y mis padres nos llevan al lugar.
¡Javier, Ana, Andrés, Joseph, Aramís, Itzel, Chui, Ronald! Mis quebines, ¿Qué onda con las carpas? ¿Quieren cenar? Os trajimos un regalo.
Mientras, mis padres andan en busca de alguna casa en alquiler por los alrededores de donde estamos.
Miguel saca el dulce, y yo la yerba, ¿Quién quiere? Todos agarren un poco.
- ¿Sí alcanzará?
- Es demasiado, pero te aseguro que no sobrará.
- Dudo que sobre, de eso jamás hay demasiado, jamás sobra, si no se consume, se fuma, y que las vacas vuelen.
Bien, llegan mis padres y mi hermana, y claro, nos ven comer chocolate, y piden un poco, ¿Qué más podría hacer? ¡Les tuve que dar!
Al parecer alquilaron una cabaña.
¿En dónde estamos? Pues en Cubiro, déjenme decirles.
Nos invitan a la cabaña, pues al parecer es enorme y con un terreno inmenso.
Empacamos y caminamos, quedaba algo apartado, pero al llegar, todo era tan perfecto... solitario, nublado, muy nublado, lo que conduce a mucha humedad, y mucho frío, nos estábamos congelando, así que hicimos la típica fogata. Fue tan divertido, una fogata entre idiotas. ¿Qué más cliché que eso? ¡Todos colocados! ¿Qué más asombroso que eso? Estoy con Miguel, ¿Qué más grandioso...?
Bien, muchos pensamientos y aún estoy aquí.
Necesitamos comer, pero, se me olvidaba el factor [Padres colocados] ¡Ni se imaginan! Mis padres estaban tomando alcohol, y no se querían acostar, y estaban bailando sin música, estaban más colocados que todos nosotros, qué desastre, cómo les detengo? De pronto empiezan a pelear, ¿Cómo carajos les detengo?
Mi madre dice que hay algo en la casa, y mi padre dice que se quedarán allí porque ya canceló.
¿Qué tiene la casa? No entiendo, es perfecta.
Ya está oscureciendo, al fin hice recostar a mis padres, nosotros, mientras, nos hicimos unos panes con la carne que hizo mi padre. ¿Mi hermana? Desde hace rato se quedó dormida.
Afuera quedamos sólo los que somos, los que querían más, los que... Esperen, ¿Qué es eso? ¡¿Qué es eso?! Acabo de ver una sombra con brillo. ¡¿Quién ve una sobra con brillo?!
-Mari, estás colocada, es todo.
- Está bien, está bien.
Quedamos menos fuera. ¿Quiénes faltan? ¿De quién fue la idea de jugar la ouija?
Los odio.
¡Algo me tocó! ¡Juro que algo me tocó! Miguel, fuiste tú? Me quitaste la cola de el cabello?
*Me ignora*
- Aramís, es Javier el que está detrás de ti?
- No, Javier entró con Itzel hace un rato.
- Maldita sea, voy a entrar.
Entré a uno de los cuartos, eran 4. Fui al baño, me enjuagué la cara, y...
- Mariangel ¿Estás bien? ¿Qué te sucede? Vamos, ningún día tan perfecto como éste, no lo arruines.
¡Maldita sea! ¿Cómo coños se ha roto solo el espejo? Oh por dios, mi mano sangra... ¿Qué ha sucedido? ¡Yo no lo he roto, estoy segura!
Me enjuago la mano, reviso el kit de primeros auxilios que está detrás de el espejo, y encuentro una venda, perfecto.
Salgo afuera... Faltan Ana y Chui. ¿Dónde están?
- No tenemos ni idea, estaban aquí, y de pronto ya no, nadie se dio cuenta cuando se fueron.
Genial -Pensé- espero que todo lo que ha sucedido en el baño sólo lo haya imaginado.
Bien, siguen jugando?
-Claro -Dice aramís- Faltas tú, carajita, te pierdes rápido. Tú eres la que hace que sucedan cosas extraña, ven rápido.
Ni te imaginas -Pensé-
Me acerco, y empiezan con preguntas que no entendía, en ese punto sólo pensaba en qué se hicieron Ana y Chui si no los vi en el pasillo, ni escuché puertas, y el terreno es limitado. Aunque realmente está todo muy nublado.
De pronto se movió el indicador.
-¿Quién lo ha movido?
- ¿Joseph?
-Yo no he sido
- ¿Miguel?
- Yo no he hecho nada!
- Ronald?
- Ya no quiero jugar más...
¡De pronto el tablero voló! Así como lo escuchan, ¡voló! Y los gritos de Ana por detrás de la casa se escucharon de terror. Todos nos miramos entre sí. ¿Vamos? ¿Qué habrá sucedido? ¿No estaba con Chui?
Nos levantamos, pero de pronto la neblina subió demasiado, hasta el punto en el que no veíamos nada. Tuvimos que sacar los celulares para alumbrar con eso. No trajimos Linternas, pero ¿Qué íbamos a saber?
Yo tomé de la mano de Miguel. No sé si fue más para no perderme que para sentir que estoy a su lado, pero, la cuestión es que lo hice. Él, de hecho, se acercó más a mi.
- Ana? Dónde están? Chui?
- No creo que estén por acá, Aramís, se escuchó detrás
- No quiero ir atrás!
- Ronald, si quieres te quedas en la carpa.
- Ni loco!
- Creo que se apagó la fogata
- Imposible!
De pronto salen Javier e Itzel bañados en sangre con cara de pánico
- Ana y Chui... Están arriba, están dando vueltas, qué hicieron?
Itzel se desmayó, corrimos a levantarla, Javier trató de limpiarse como pudo. No se podía mojar, el agua estaba helada, y el calentador no quería funcionar.
Entramos al cuarto, todo se cerró, empezaron los gritos, incluso yo grité! Pero cómo no si mis amigos estaban muertos! Muertos y dando vueltas en el ventilador!
Yo corrí al baño a enjuagarme la cara, no sentía nada de eso real. ¡Es que todo pasó tan rápido! Yo simplemente estaba pensando que todo debe ser un error, un mal entendido, ¿¡Todos seguimos colocados o qué coño!? ¿Y mis padres cómo pueden seguir dormidos como si nada? Los fui a ver, y están como si nada, siguen respirando, están dormidos, como si nada, ¿Qué sucede en ese cuarto? ¿Quién movió la ouija? ¿Quién rompió el espejo?
De pronto Javier exigió que nos fuesemos a dormir. ¿Cómo puede decir eso? ¿Qué le sucede?
De pronto se enfadó tanto, que no sabíamos cómo tomarnos su comportamiento.
- Sólo está asustado, claro está -Dice Aramís-
- Espero sea eso, no entiendo nada, ¿Qué haremos?
-Dormir, tal como dice Javier, nadie está cuerdo, ¿Y qué si todo ésto es una broma?
Me revisé la mano vendada... - ¿Qué te pasó? -Pregunta Miguel-
- Nada
Me quité la venda y noté que ya no tenía ninguna cortada, no entendía nada. ¿Y si en verdad todo esto es un malentendido?
Nadie está muerto, todos solamente estamos teniendo una mala nota. Pero... ¿Y qué con la ouja que salió volando?
- Dormiremos todos en la habitación frente donde están durmiendo tus padres ¿Les parece a todos? -Dice Aramís-
- Joseph había ido al baño vecino, porque yo estaba en el baño de allí, y llegó corriendo con cara de trauma, confusión y risa.
-¿Qué fue?
- Chui y Ana... Estaban juntos
- ¡Lo sabemos, están ahí!
Y cuando señalé, miramos, y no había nada.
Javier estaba limpio, aunque Itzel seguía inconsciente.
Fuimos a la habitación vecina, y Chui nos empezó a insultar por interrumpirles. Le explicamos, pero no nos creyeron, pensaron que los queríamos fastidiar. Ya todos estábamos cansados, y a la vez muy asustados, no entendíamos nada, pero estábamos bien, y sólo necesitábamos descansar.
Habían sólo dos camas en cada cuarto, así que los chicos buscaron tres colchones más, y eran dos por cada colchón, como pudiesen.
Itzel y Javier, Ronald y Andrés, Chui y Ana, Aramís y Joseph, y por último, Miguel y yo.
Diría que dormí mal, pero no fue así, Miguel estaba muy pendiente de mi toda la noche, de hecho, me cuesta pensar que durmió bien, si cada vez que yo suspiraba dormida, él me preguntaba si estaba bien. A mitad de la noche me voltee para ver si estaba dormido...
-¿ Qué sucede?
- Nada, nada, por qué no haz dormido?
- Sí lo he hecho, pero poco.
- Siento haberte hecho pasar por todo esto, ha sido un desastre, aunque... Viéndole el lado bueno, si salimos vivos de esto, ya tenemos una anécdota para contarle a los de el transporte.
- Sabes que no nos van a creer, cierto?
- Ese no es el punto...
- Entiendo, bueno, tú por qué despertaste?
- No lo sé, se me quitó el sueño. Quieres salir a fumar? Cigarros, claro.
- Te aseguro que es lo único que voy a fumar desde ahora
- Es un sí?
- No sé, no sé si sea muy buena idea, luego de lo que sucedió...
- Cierto, yo sólo saldré unos minutos y vuelvo, ¿Vale?
- ¿Sola?
- Sólo serán unos minutos...
A la final, salió conmigo, y fumamos un par de cigarrillos, nos hicieron bien. Sentimos como que todo lo que sucedió fue obra de nuestra imaginación.
-Estábamos muy colocados, es todo.
- Eso creo, aunque... Cuando entré al baño de el 3er cuarto, el espejo se rompió de pronto, no dije nada porque creí que era cosa mía, y bueno, así fue, porque cuando preguntaste, me quité la venda y no tenía nada.
- Aún siento dudas de lo que ha pasado, ésta casa es algo extraña
- En definitiva, pero ahora siento mucha calma, mira la vista, ya la neblina se fue, y esto es hermoso.
- Bueno, ahora que lo mencionas... Sí, se siente la calma.
- Y el frío, jajaj
Allí Miguel me abrazó. Me pareció raro y agradable, usualmente no lo hace.
Duramos algo allí pegados.
¡Esa era la señal que necesitaba! Me miró, y nos acercamos, y... La madera de la fogata se volvió a encender, quedamos paralizados, y me hizo correr hasta la habitación, todos estaban tirados en el piso, asustados.
¿Qué sucede? -Preguntamos- Y ellos señalaron arriba, estaba escrito en rojo "No son bienvenidos, si no mueren, viven eternamente junto a mi", "Si no mueren, viven conmigo" Eso estaba escrito en todo el techo, quedamos helados. Despertamos a mis padres, y huimos de allí.
Nada fue como debía suceder.
Amaneció, y mi madre me dijo que sacara unas panquecas que estaban en la parte de atrás de la camioneta. Mi madre le pidió a mi padre que bajara la velocidad ya que nos acercábamos a una vertiente.
Bien, yo reviso atrás y...
- ¡Oh por Diós!
-¿Qué sucede?
Los chicos se asoman, y... La ouija está en la camioneta.
-Que bajes la velocidad te digo, lino!
- Quité el pie de el acelerador! La camioneta no responde ni al freno!
Y así fue como todo sucedió como nada debía suceder... La vertiente era mortal, de hecho, fue mortal.
Mi nombre es Mariangel, y él es Miguel.
- Saluda Miguel
- Qué tal (?)
- Bien, ésta es mi historia... Ésta fue nuestra historia.
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