Como todo típico cobarde: Quiero huir.
Como todo típico ser humano: Estoy cansada de todo.
Como todo típico adolescente que se cree escritor: Escribo
Entonces quiero huir de todo ésto que no sé lo que sea. De mi, que no sé lo que soy, y de ellos, que no saben nada de nada y fingen que sí. Y entonces quiero huir porque me da miedo quedarme, porque, aunque no sé si soy algo malo o bueno, no quisiera convertirme en algo peor. Quiero huir porque temo no saber dónde, ni cuándo, ni cómo estar. Quiero huir porque tengo esa rara sensación de que moriré antes de envejecer, aunque, realmente creo que tendría más ganas de huir al pensar que aún me falta mucho que hacer. Porque, entonces ¿Qué hacer?, no, no, no quiero. Quiero huir, de mi, de ellos, de eso, de todo. Necesito calma, y estando aquí no la obtendré. Infelicidad prospera, en eso estoy, y lo que me espera, como lo poco que he obtenido, felicidad fugaz.
Entonces, estoy cansada de todo, eso de las reglas de la sociedad, de que la sociedad no vea lo que se pierden de vida, de tener que pensar en lo que voy a hacer y cómo lo debo hacer y de no hacer ésto y aquello porque no está bien, y que no es bien visto, y que eso no se debe hacer por la moral. Estoy casada de tener que preocuparme, además, también por los demás, sin querer queriendo. Pues no está en mi ignorar lo malo, es algo más fuerte, es como una debilidad que hace que tenga que ser un poco más fuerte de lo que debería. Pero es molesto, y eso cansa. Y también cansa estar solo en todo ésto, y cansa sentir impotencia por los problemas de la sociedad, que si de la economía, que si del país, que si tal y cual. Cansa estar luchando para terminar en mediocridad, sin que ésto esté en tu poder. Cansa sentirte tan pequeña en un mundo tan grande. Incluso, me he llegado a cansar por ver caras que vienen por primera vez, y se van por última, y me cansa que todo sea fugaz, y no saber qué me espera, si espero algo, si llegará algo. Nadie se imagina como me cansa estar aquí. O ésta estupidez de no poder ver con claridad los cráteres de la luna, y no saber si algún día podré ver con claridad la perfección de Urano y lo particular de Júpiter, me cansa intentar entender eso de la ubicación de cada constelación y el mapa de estrellas. Cansa sentirme nada al pensar en las constelaciones, y el cosmos en sí. Me cansa no poder despertar, y no poder dormir.
Entonces escribo, y escribo porque no me queda más que escribir, pues no puedo hablar, realmente no sé hablar. Me quiebro y escribo, y vuelo y escribo, e intento flotar, y escribo que nada es fácil, y todo es demasiado obvio, y es demasiado obvio porque todo es típico.
Como todo típico cobarde: Quiero huir.
Como todo típico ser humano: Estoy cansada de todo.
Como todo típico adolescente que se cree escritor: Escribo
Como todo típico ser humano: Estoy cansada de todo.
Como todo típico adolescente que se cree escritor: Escribo
Entonces quiero huir de todo ésto que no sé lo que sea. De mi, que no sé lo que soy, y de ellos, que no saben nada de nada y fingen que sí. Y entonces quiero huir porque me da miedo quedarme, porque, aunque no sé si soy algo malo o bueno, no quisiera convertirme en algo peor. Quiero huir porque temo no saber dónde, ni cuándo, ni cómo estar. Quiero huir porque tengo esa rara sensación de que moriré antes de envejecer, aunque, realmente creo que tendría más ganas de huir al pensar que aún me falta mucho que hacer. Porque, entonces ¿Qué hacer?, no, no, no quiero. Quiero huir, de mi, de ellos, de eso, de todo. Necesito calma, y estando aquí no la obtendré. Infelicidad prospera, en eso estoy, y lo que me espera, como lo poco que he obtenido, felicidad fugaz.
Entonces, estoy cansada de todo, eso de las reglas de la sociedad, de que la sociedad no vea lo que se pierden de vida, de tener que pensar en lo que voy a hacer y cómo lo debo hacer y de no hacer ésto y aquello porque no está bien, y que no es bien visto, y que eso no se debe hacer por la moral. Estoy casada de tener que preocuparme, además, también por los demás, sin querer queriendo. Pues no está en mi ignorar lo malo, es algo más fuerte, es como una debilidad que hace que tenga que ser un poco más fuerte de lo que debería. Pero es molesto, y eso cansa. Y también cansa estar solo en todo ésto, y cansa sentir impotencia por los problemas de la sociedad, que si de la economía, que si del país, que si tal y cual. Cansa estar luchando para terminar en mediocridad, sin que ésto esté en tu poder. Cansa sentirte tan pequeña en un mundo tan grande. Incluso, me he llegado a cansar por ver caras que vienen por primera vez, y se van por última, y me cansa que todo sea fugaz, y no saber qué me espera, si espero algo, si llegará algo. Nadie se imagina como me cansa estar aquí. O ésta estupidez de no poder ver con claridad los cráteres de la luna, y no saber si algún día podré ver con claridad la perfección de Urano y lo particular de Júpiter, me cansa intentar entender eso de la ubicación de cada constelación y el mapa de estrellas. Cansa sentirme nada al pensar en las constelaciones, y el cosmos en sí. Me cansa no poder despertar, y no poder dormir.
Entonces escribo, y escribo porque no me queda más que escribir, pues no puedo hablar, realmente no sé hablar. Me quiebro y escribo, y vuelo y escribo, e intento flotar, y escribo que nada es fácil, y todo es demasiado obvio, y es demasiado obvio porque todo es típico.
Como todo típico cobarde: Quiero huir.
Como todo típico ser humano: Estoy cansada de todo.
Como todo típico adolescente que se cree escritor: Escribo
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