Escuchemos... Estamos caminando, huele a humedad, se puede sentir la brisa, e incluso escuchar las olas golpear contra las rocas. No es una playa, es algo parecido. ¿Estamos descalzos? Bien, porque es indispensable estarlo y sentir el frío del suelo, es arena, son rocas, la arena y sus minerales, ya saben... Bien, entonces sigamos caminando... ¡Oh! Esperen, me quiero sentar, es que en ésta parte, el agua se aprecia perfectamente, estamos en algo así como una vertiente. Es de unos 15 metros. Pero no se siente el vértigo, pueden creerme, sólo vean el paisaje, agua a nuestro horizonte, árboles a nuestro costado. Al mirar hacia abajo, al parecer no hay rocas, se ve provocativo, saltaría, pero no creo que a ustedes les guste saltar, así que no lo haré ¿Vale? Bien, a levantarse, seguimos, vamos en bajada, ahora sí se ve una orilla, es mar, y es limpia, ¿Sorprendente, no? Vamos, sintamos la orilla... Lean despacio, sientan el sosiego que se siente ir de paseo... Oh, que preciosura, vea