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Perfección.

Los seres humanos estamos obsecionados con ser perfectos, sobre todo los débiles.
Así es, fingimos estar bien, fingimos sentir que todo está perfecto, con una sonrisa escuchamos, comprendemos y aconsejamos
Muchas veces, por ingenuidad, nos dejamos pisotear, dejamos que nos dejen atrás, dejamos que el prójimo se nos coloque delante
Y como somos "perfectos" decimos que todo está bien, nada nos enfada, nada nos saca de lugar.

Los perfectos nos envolvemos en conformismo, así podemos ocultar la ambición, y entonces así sonreímos y fingimos que todo está... Perfecto.
Estamos siempre con una sonrisa, luego del tiempo esa sonrisa es desgastada y algo presionada
Es algo obsesiva de hecho. Los perfectos, por dentro, estamos llenos de locura.
Ganas de mandar todo al cuerno, pero sin poder, es tanta la obseción, que hasta nos hacemos creer que estamos bien en todo.
Pero no es así... Los perfectos somos una bomba de tiempo. Ni nosotros mismos sabemos cuándo vamos a explotar

Lo más gracioso de todo, es que justo cuando dejamos de ser perfectos, es que sentimos que la vida nos sonríe.
Quién sabe por qué. Quizás porque liberamos presión, porque ya no hay que fingir...
Si queremos gritar, gritamos. Al fin podemos decir NO sin sentir que es de mala educación.
Nuestra mente entonces no funciona, y buscamos sólo lo que nos haga sonreir... Y hablo de sonreir realmente, ya que hemos fingido esa mueca muchas veces.
Pero bueno, que rollo con los perfectos ¿No?

Entonces, por ahora eres perfecto. Veamos cuándo haces ¡BOOOMMM!, sólo es cuestión de tiempo... Tiempo, recuerda...
Ningún tiempo es perfecto, sólo es un buen momento.

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