Sueño, te imagino, sueño que te imagino... Sueño despierta, así es, estoy soñando despierta y te imagino. Imagino que me voy
Sueño algo que deseo hacer pero no puedo, pues pasa ésto...
Estoy agotada, desgastada, exhausta. Estoy decidida a irme, estoy dentro del deseo de encontrarte para salir de allí...
Así es, digo que es suficiente y estoy decidida a irme, estoy caminando a la salida, estoy por marcharme
Si te digo un secreto, ese deseo es el más grande de todos, es inmenso, apenas puedo ver la salida, algo borrosa por cierto
Pero allá voy, digo que me rindo, me voy, y entonces mientras camino entre la penumbra del dolor que estoy inyectándole al deseo
por mi decisión de dejar pudrir ese pensamiento que te anhelo, escucho que te escucho, pero sigo caminando, de hecho más rápido
Y te escucho cada vez más cerca, y voy casi corriendo, estoy decidida a marcharme. Te escucho entonce aún más cerca, casi en mi oído
Y siento que algo me toca, volteo y no hay nadie, me digo a mi misma "Tranquila, ésto es difícil, y un deseo tan grande siempre intenta
hacerte luchar hasta que desaparezcas, así, como la obsesión que te hace buscar donde no hay nada, tú sólo sigue, sólo sigue"
Cuando retorno a la salida, estás frente a mi, justo frente a mi... Podría jurar que siento tu respirar, me dices "detente, espera"
Y sólo me miras sin decir más, yo... Yo casi no puedo hablar, mi corazón acelera, estoy segura que mis pupilas se hicieron más grandes
Estoy en estado de hipnosis, pero aún tras todo eso, la idea de marcharme aún tiene gotas de poder y entonces con tu mirada en la mía
con mi nudo en la garganta digo: "Qué, qué quieres..." Te miro queriéndote decir "Vamos habla, te espero" Pero tú sólo logras decir
"Espera, un poco más" mirándome, en ningún momento apartabas tu mirada de la mía, era como... Como si quisieras que sólo me quedara allí
Pero, pero al no escuchar respuesta alguna, seguí adelante y ¿Qué tal?
Pasé a través de ti, señor, eras... Eras algo así como algo ilusorio, un ente, ¡Pasé a través de ti!
Y cuando ya iba a tocar la salida... Ésta desaparece, al igual que tú.
Estoy encerrada entre mis deseos y mi renuncia, estoy agotada. Entonces me doy cuenta que...
Es la esperanza disfrazada de ti la que siempre aparece. Y es el deseo de renunciar dentro del deseo de encontrarte esa salida que
parece haber, pero ésta primera es la que imagino, y ésta segunda es la que puedo sentir real. Imaginar encontrarte.
Sueño algo que deseo hacer pero no puedo, pues pasa ésto...
Estoy agotada, desgastada, exhausta. Estoy decidida a irme, estoy dentro del deseo de encontrarte para salir de allí...
Así es, digo que es suficiente y estoy decidida a irme, estoy caminando a la salida, estoy por marcharme
Si te digo un secreto, ese deseo es el más grande de todos, es inmenso, apenas puedo ver la salida, algo borrosa por cierto
Pero allá voy, digo que me rindo, me voy, y entonces mientras camino entre la penumbra del dolor que estoy inyectándole al deseo
por mi decisión de dejar pudrir ese pensamiento que te anhelo, escucho que te escucho, pero sigo caminando, de hecho más rápido
Y te escucho cada vez más cerca, y voy casi corriendo, estoy decidida a marcharme. Te escucho entonce aún más cerca, casi en mi oído
Y siento que algo me toca, volteo y no hay nadie, me digo a mi misma "Tranquila, ésto es difícil, y un deseo tan grande siempre intenta
hacerte luchar hasta que desaparezcas, así, como la obsesión que te hace buscar donde no hay nada, tú sólo sigue, sólo sigue"
Cuando retorno a la salida, estás frente a mi, justo frente a mi... Podría jurar que siento tu respirar, me dices "detente, espera"
Y sólo me miras sin decir más, yo... Yo casi no puedo hablar, mi corazón acelera, estoy segura que mis pupilas se hicieron más grandes
Estoy en estado de hipnosis, pero aún tras todo eso, la idea de marcharme aún tiene gotas de poder y entonces con tu mirada en la mía
con mi nudo en la garganta digo: "Qué, qué quieres..." Te miro queriéndote decir "Vamos habla, te espero" Pero tú sólo logras decir
"Espera, un poco más" mirándome, en ningún momento apartabas tu mirada de la mía, era como... Como si quisieras que sólo me quedara allí
Pero, pero al no escuchar respuesta alguna, seguí adelante y ¿Qué tal?
Pasé a través de ti, señor, eras... Eras algo así como algo ilusorio, un ente, ¡Pasé a través de ti!
Y cuando ya iba a tocar la salida... Ésta desaparece, al igual que tú.
Estoy encerrada entre mis deseos y mi renuncia, estoy agotada. Entonces me doy cuenta que...
Es la esperanza disfrazada de ti la que siempre aparece. Y es el deseo de renunciar dentro del deseo de encontrarte esa salida que
parece haber, pero ésta primera es la que imagino, y ésta segunda es la que puedo sentir real. Imaginar encontrarte.
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