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Hacia un horizonte no muy lejano.

Ven aquí... Te he echado mucho de menos.
Bajo mi morada, estoy azul. Mis pulmones están llenos de oxígeno hecho fantasía, deliciosa nicotina que va acabando poco a poco conmigo y con todo esto del pesar.

¿Piensas que logras alentarme tanto, hasta el punto que reviviré en una estrella... algún día?
Pobre niño que cree en algo que no existe.
Esos 21 gramos no son de mi alma, son de las letras que viven en mi espalda.
Mi alma quedará prisionera junto a mi cuerpo, y mi letras, se irán hacia alguien que sí pueda seguir escribiendo.


Sin embargo, querido, estoy segura que si algún día puedo tomar otro poco de aliento, soltaré un suspiro, y al menos en pensamiento diré

"Ven aquí, te he echado mucho de menos."

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