"Sin presión" Dicen desde fuera, dañando su sistema nervioso central. Empieza entonces a sudarles los ojos de desesperación.
¿A dónde os dirigís? Pregunta el instinto. "Pues por allí voy yo, sino, no quedaré de nada, de nadie."
Y entonces la noche se hace tibia, su piel está congelada y la noche fría se hace tibia.
Y entonces el dolor se envuelve en tejidos de piel.
Y entonces, ahora sus zapatos son los que le dio una sociedad que no sabe, ni siquiera, a quién sigue.
Mira como sangra la piel. Desde los poros le sobresale la tristeza.
El querer y no querer ser.
El querer y no querer estar.
Y es que no es problema de ellos, nada. Pues soy sólo yo con una felicidad que ahora es prestada, que ahora no sé ni quién es el dueño.
Pido requisitos para el infierno, y dicen que entro a zona VIP.
Que el diablo me espera con ansias.
Que mi piel se abrirá como una flor en primavera.
Que mis tejidos reventarán.
Que mi sangre será derramada y luego congelada, y que luego no quedarán sino cenizas.
Y que con esas cenizas construirán una casa que no tendrá estabilidad.
¿Qué demonios estoy escribiendo? ¿Qué sucede que no puedo para? Necesito a alguien conmigo.
Pero, a quienes tengo, no me bastan, y es que, ahora todo es diferente.
¿Por qué todo a la luz es diferente?
Mis ojos no se están ahogando, aunque deberían. Mi cara debería estar totalmente mojada. Mi mirada debería, al menos, estar abajo.
Pero entonces no, entonces estoy frunciendo el ceño, apretando los labios, con una mirada tan dura como un vaso de hierro, sin quebrarse por nada, ni derretirse por tanto.
Y entonces siento un enojo terrible porque no quiero saber dónde estoy, ni dónde quiero estar.
Mira como sangra la piel. Desde los poros le sobresale la tristeza.
El querer y no querer ser.
El querer y no querer estar.
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