Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2014
Es más ridículamente complicado. Algo como, no lo sé, alguna dulce agonía que te exaspera y desespera hasta el punto en el que duele aquella felicidad por no saber manejarla. Con ese miedo constante porque despiertes de pronto. Esa duda de "¿Será real?" Es que tanta felicidad no puede estar dentro de una persona, pues un humano no la soporta lo suficiente, no con tanto a su alrededor que es lo opuesto, o no le hace justicia a lo que debería. Entonces, es así, tanta felicidad hace agonizar de la manera más placentera. Hace que quieras ver tus sesos por el suelo y perderte sin ellos, y sin tu hígado, y sin nada tuyo dentro más que la esencia de esa materia "Felicidad". ¡Tu núcleo desea estallar! Estallar por tanta materia acumulada, y entonces multiplicarse a mil. Cuán aburrido considero que los escritores se enamoren y sean correspondidos. ¿El por qué? Porque entonces vivirían en la simplicidad de la felicidad, envueltos en un amor sin complicaciones ni dolor.

Inspiración, sin definición.

El alba no me podría servir de inspiración, pues se necesita así misma para ser ella misma poesía, sin escritura, sin pensamiento. Sin embargo, ¿Por qué tomamos el crepúsculo como fuente absoluta de inspiración, casi exacta y para nada tardía? ¿Es acaso porque sentimos más el polvo estelar, al verlo en constante interacción al ver las estrellas? ¿O es porque podemos ver la luna sin hacer que se nos inunde la mirada y nos haga observar halos de fuego?  *** Una persona con paraguas jamás podría ser escritor, o al menos no uno absoluto.  Una persona que no pise un charco de agua con ganas jamás podría ser escritor, o al menos no uno absoluto. Una persona que no mire el ocaso con una mirada casi enamorada no podría ser escritor, o al menos no uno absoluto. Una persona no haya suspirado al despertar, jamás en su vida podría ser escritor, o al menos no uno absoluto. Una persona segura, jamás podría ser un escritor... Jamás podría.

El mejor viaje de todos.

Suspiro, y ya estás aquí. Soy tu océano. Eres mi turista. Tacto. Estoy frente a ti, y tus ojos me desalojan de mí; ya estoy sin nada. Ahora te encargas de llevarme lejos, lejos de todo. Finalizando como inicio todo... Con un suspiro. El mejor viaje de todos.

Algo más.

No son las huellas No son estigmas No son heridas No son cicatrices No es un tatuaje el que no me permite olvidarte,o dejarte ir como quiero. Es algo más simple:  Eres tú en mi. 

Historia de idiota para idiotas.

Yo era quien llevaba el control de las emociones En lo que a lo sentimental se refería era yo quien colocaba el orden... Cuándo el sí, el no, las pausas y las repeticiones. Así es, en ese sentido, yo era la que tenía el control, pero, en cuanto pisábamos la entrada de su habitación, ya yo no tenía validez en nada. Entonces él era quien se encargaba de todo. En la pasión, en lo físico, él colocaba el orden. El cómo, el cuándo, las pausas y las repeticiones. Pero, entonces un día, estábamos en su habitación, y yo involucré las emociones, y él quiso tomar el control de todo, y su intensidad varió, fue todo más apresurado y más confuso, tanto, que no creí haber escuchado bien. Le besé la frente, sus mejillas, su pequeña nariz, y finalmente sus labios. No imaginan cómo adoré ese momento, y entonces, le miré con ternura, y él sonrió y me miró de una manera... - No me mires así. Él sabe a lo que me refiero, aunque siempre responde "Así cómo"... Luego dijo: - Esos besos
El tiempo jamás me ha tenido paciencia, pero estoy segura que ahora realmente debe sentir lástima por mi, al igual que la vida.