¿Cómo es que ellos vuelan y yo no?
¿Cómo es que ellos sonríen, y no se encuentra nada detrás de esa sonrisa? Ningún rastro de tristeza, de leve inconformismo, de... nostalgia, nada. ¿Y por qué yo no puedo ser así?
¿Por qué tengo que ser de quienes recolectan recuerdos dolorosos y los colocan todos debajo de las sábanas? ¿Por qué elijo el pasado una y otra y otra vez?
¿Cómo es que no he limpiado el polvo que hay en las fotografías que están en mi repisa? Al igual que tampoco he borrado la palabra "Smile" de mi puerta, que me hace recordar todo aquello que fui. Y aquellas manos, que aquellas manos no son las mismas que están tecleando en éste momento. Pues aquellas eran inocentes, manos sin sangre, manos sin grietas, manos sin dolor. Éstas, en cambio, están tan inflamadas como ellas solas, con heridas que no recuerdan, pero que permanecen, y permanecen, y aparecen entre el oxígeno que falta, con vista borrosa hacia lo que podría ser, porque siempre pienso en lo que podría ser. Yo, ellos, yo con ellos. Con todos ellos, mis ángeles y fantasmas, mis dolores que ya son nostalgias, el presente que fue un día, que ahora está envuelto en memoria, llamado así, memoria quebrada, porque todo está borroso, apenas llego a entenderlo... La forma en que todo simplemente voló en pedazos, la forma en la cual yo volé con cada uno de ellos.
Las promesas nadie las mantiene, yo fui la primera en quebrarlas. Las palabras son el tiempo... Siguen y siguen, y nunca se estancan, nunca se quedan, y aunque está éste mito de que "ayudan a sanar" a veces sólo me llevan muy atrás.
No lo sé, a veces, quisiera ser ellos, hasta que recuerdo que sería peor que yo.
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