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Mostrando entradas de mayo, 2015

Ustedes también deberían huir

Ustedes también deberían huir... pero de mi. ¡Lejos de mi!  No hago más que quebrarlos no hago más que hacer las cosas a mi antojo y luego manipular la situación para que sigan allí, conmigo, para que desangren conmigo. De pronto me interesan, y ya luego no, en lo absoluto, y no hacen más que confiar en mi, ¿Qué demonios sucede con ustedes? Mi estadía no ha hecho más que hacerme saber que no voy a cambiar... Soy una persona rota que no hace más que perderse y en el camino perder a quien tropiece conmigo. Mala suerte que tienen... Soy valiente para ser cobarde, pero soy cobarde para ser valiente.  ¡Y sigo buscando algo!  Por ahora estoy en espera... De la muerte, o la suerte, lo que pase primero... Siendo las dos opciones una misma. No es que quiera morir. Es que ya no encuentro manera de seguir sin sentirme de éste modo.  Mi estadía no ha hecho más que hacerme saber que no voy a cambiar... Soy una persona rota que no hace más que perderse y en

Egoísta empedernida.

Bien, soy una egoísta empedernida, Lo lamento, ¿Qué más podría decir? Te dejé. Huí de ti sin preguntarte si me podría llevar tu cordura conmigo... Y adivina qué, aquí estoy, rogándote que me dejes conservar tu cordura por lo menos hasta que regrese a ti. Soy una egoísta empedernida, pero,  tengo tanto miedo de que escuches esas voces del bien diciéndote que me dejes como yo te dejé tengo tanto miedo de no tener nada de ti, conmigo... tengo tanto miedo... Por favor, no me pidas que te devuelva la cordura. Por favor, respira conmigo hasta que, por fin, pueda sentir otra vez tu mano en mi rostro, en mi cabello, en mi cuello, en mi espalda... Por favor, respira conmigo. Tengo tanto miedo de que no me quieras leer, de que no sepas de mi, de que te olvides de mi, de que quieras olvidarte de mi, tengo tanto miedo de pensar en la posibilidad de volver y no ir justo a donde estás y no poder abrazarte. Tengo tanto miedo de que mi tacto ya no lo sientas. De que tu piel no se erice c

Qué podría decirte.

Despierto, miro a mi al rededor... Por primera vez no es un sueño, sin embargo, por primera vez, creo que dudo de lo que estoy viendo. Voy a necesitar paz, y si quieres desaparecer de mi, está bien, lo entiendo, igual no estoy en posición para reprochar; yo me fui primero. Pero... Qué podría decirte. Qué explicación podrías merecer si no das respuestas, y no te atreves a hacer preguntas. Qué podría decirte si no te atreves a escuchar. Qué podría decirte... Lo siento. Podrías ser un abatido, por mi O un esperanzado para mi. Podrías decidir, y yo decidir contigo, convencerte conmigo. Podrías querer estar conmigo, o no. ¿Qué más podría decirte? Despierto, miro a mi al rededor... Por primera vez no es un sueño, Lo siento.

Intentándolo...

Esto esta bien. La lluvia limpiará mi cabeza todos los días, así que pronto debería estar bien. Estoy esperando que el olvido reine mi psiquis. Que no quede nada. Estoy en busca de la felicidad en la ciudad en la cual la dejé. Me la arrebataron. Estoy tratando de llenar ese vacío que toda la vida he estado llevando conmigo. Pero realmente estoy confundida... Porque ahora estoy en pedazos. Ahora estoy tratando de recuperar una parte acá, mientras dejo otra parte por allá mientras intento crear una nueva parte, o sanar ambas. Ninguna paz como la de ésta ciudad, sin embargo, nada como la desesperación que poseo lejos de aquí. Sin embargo... Esto esta bien. La lluvia limpiará mi cabeza todos los días, así que pronto debería estar bien.

Obsesión

¿Por qué demonios has permanecido conmigo tanto tiempo? ¿No entiendes que no te quiero ver hasta mi otra vida? No, no entiendes, porque no sabes de mi, ni de mi obsesión de ti. Son todos nuestros recuerdos en la almohada, son todos nuestros temores debajo de mi sábana... Es tu esencia en mi. Aún dentro de mi. ¿Eres tú? Te observo de lejos, y no me importa absolutamente una mierda, nada. Te miro porque me satisface hacerlo, porque tengo tiempo sin hacerlo, porque me llenas. Escuchar tus pasos cada vez más cerca de mí, sacude mi cordura y simplemente tiemblo, y siento sosiego, y temor, y desesperación. Tú no me ves, pero cada vez que pasas a mi al rededor, me voy tras de ti. Mi alma va tras de ti, mientras yo sólo te observo... ¿Por qué demonios has permanecido conmigo tanto tiempo? ¿No entiendes que no te quiero ver hasta mi otra vida? ¿Qué tal estás? Me agrada sentir ésta desesperación. En éstos momentos quiero desprenderme la piel, y que vengas a cubrirme, a resguardar
La tristeza, aunque esté siempre justificada, muchas veces sólo es pereza. Nada necesita menos esfuerzo que estar triste - Séneca .