Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2015

Polvo de estrellas.

Lo extraño con cada maldito suspiro. Es un ardor de garganta inhalar y exhalar por su nombre. Me pesan los párpados al pensarte. Quiero que caigas junto a mi, quiero caer junto a ti. Quiero que nada más exista sino el desastre de un "nosotros" otra vez. Eso es lo que quiero. Pero no es lo que debe suceder. No estamos preparados para otra ruptura; y seamos claros, somos más desdicha que ventura. Estoy sin estabilidad, estoy neutral; neutral y frágil. Estoy necesitada de ti. Quiero tus brazos, tus malditos abrazos. Y quiero lejos a la cordura. Eso es lo que quiero. Pero no es lo que debe suceder. No quiero más dolor, estoy agotada. Y no quiero una felicidad incompleta. Por ahora, sigo mirando las estrellas. Seguimos mirando las estrellas. Respirando las estrellas. Suspirándonos. Cuando nos convirtamos en polvo, allí, allí te encontraré, allí seremos uno. Una molécula. Nos extraño.

Aimlessly.

Nothing around, no way. Me consumo, y quedo sin cenizas. Me consumo en una nostalgia que no inicia ni acaba. Me consumo entre las penas de mi alma, entre lo que jamás seré. Me consumo entre los sueños que no tengo y en el futuro que no pienso tener. Me consumo entre luz, y me vuelvo sombra. Me consumo en un hogar que no es mío, que da más frío que abrigo. Me consumo entre lo que deseo y lo que olvido, y los deseos que olvido, y los olvidos que deseo. Me consumo entre lo que espero, y lo que dejo ir. Me consumo entre los errores y las ganas de hacerlos mentira. Me consumo en todas las promesas que he pisoteado, luego de sentirlas tan ciertas. Me consumo en el cansancio de estar cansada. Me consumo entre la desesperación y la esperanza forzada. Me consumo en la mueca que dice ser sonrisa. Me consumo entre lo que finjo, más todo lo que oculto. Me consumo en el silencio. Me consumo en las rupturas de piel. Me consumo en mis temblores. Me consumo en todo lo que no quiero

¿Dónde demonios me encuentro?

¿Dónde demonios me encuentro? Quiero mi piel de vuelta. La que llevo puesta está toda rota. ¿Quién le ha hecho ésto a mi piel? ¡Quiero mi piel de vuelta! ¿Dónde demonios me encuentro? Quiero mi mente de vuelta. La que llevo dentro está hecha un lío. ¿Quién le ha metido tanta mierda a ésta mente? ¡Quiero mi mente de vuelta! ¿Dónde demonios me encuentro? Quiero mi alma de vuelta. Ésta parece más un rompecabezas. ¿Cuántos pedazos de almas hay aquí? ¡Quiero mi alma de vuelta! ¿Dónde demonios me encuentro? Quiero mi sonrisa de vuelta. La que de pronto aparece en mi rostro parece desgastada, algo cansada. Parece más una mueca que una sonrisa. ¡Quiero mi sonrisa de vuelta!
Aclaratoria para los pesimistas: Son optimistas por el simple hecho de salir un rato de casa, y que antes de salir, hagan planes para cuando vuelvan.

Respuesta al aire libre.

Hablo de las almas porque no creo en eso de los corazones rotos, y tales y cuales. No puedo. Entonces, una vez más, hablaré de un alma solitaria. Bien, inicio, ésta alma solitaria encontró a una estrella que parecía fugaz, se le quedó viendo un par de minutos, y ésta desapareció. Fue hermoso mientras la vio... Dos años después, el alma solitaria andaba de roca en roca por las noches... Para el alma solitaria nunca era de día. Ella dio una mirada al cielo, y vio a aquella estrella fugaz, ahora más grande, ahora permanente, ahora estable, fija. La estrella fugaz pidió acompañar a aquella alma en su viaje, y el alma le advirtió que posiblemente, de pronto, ella elegiría esconderse en una cueva, y que dejaría de ver a aquella estrella. Le advirtió que podría de pronto ser día, y entonces ya no la vería más. El alma tenía miedo de amar. Aquella estrella, entonces le dijo: - Yo sólo quiero acompañarte hasta que ya no lo quieras. Pero claro, si te encierras en una cueva, seré una lucié

Entre dientes, colmillos y párpados.

El núcleo de mi alma está entre dientes, colmillos, y párpados. Puedo percibir cómo mi alma tiene esa necesidad de sentir hogar en tus ojos y sólo encuentra colmillos que la desgarran. He percatado tu buena intención, pero ya no logro confiar. ¿Puedes explicarme? ¿Puedes decirme un por qué? Tan sólo siento cómo masticas mi alma y la haces pedazos. Entonces, mi alma cambia tu mirada por mi mente,  y se escapa en partes con algunas gotas que salen de mí al parpadear... se desploman en algún laberinto trivial de lo que jamás lograré entender. No te imaginas cómo te necesito... Pero no te imaginas cómo quiero estar tan lejos de ti que no pueda ni llamar a tu partida "ausencia". Quiero estar contigo, pero no quiero que estés conmigo. ¿O viceversa? No lo sé, ya lo he dicho, no soy buena compañía. Pero cuando me doy cuenta que no puedo dar más, pues soy menos que mala compañía, realmente soy nada, y no busco ser mejor, pues no estoy dispuesta a dar lo mejor de mi si no