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Mostrando entradas de agosto, 2013

Yo sólo escribo

¿Cómo puedo seguir viva a éstas alturas? Es decir, mi destino... No lo veo. No veo mi destino, ni siquiera puedo ver mi capacidad de decidir entre la vida y la muerte. Como ya he dicho en escritos anteriores, "El destino es para los perdidos" y yo estoy en un camino que no tiene ni entrada ni salida, sólo tiene rumbo Sin estaciones... Sólo va, mi tren va a la nada. Pues no veo nada bueno, y la verdad es que estoy lejos de todo lo que quisiera cerca. Y la verdad es que tengo intenciones de luchar, pero eso no basta, y lo sé. Pero no tengo intenciones de quebrarme. Me pregunto si nací rota... Antes no lo notaba, porque apenas me veía en el espejo. Al fin y al cabo no me importaba como me veía Es extraño que ahora sí... ¿Estoy en la etapa de la vida donde todo me parece una mierda? Me siento patética sintiéndome como muchos sólo porque así nos toca estar... Estoy segura que ésto no es lo que quise ser de pequeña. Estoy segura que me daría asco estar en éste lugar en

¿Me invitas a un café?

¿Me invitas a un café? Escucha, o al menos imagina que me escuchas... Me invitas a un café y yo te invito a entrar a mi mirada ¿Ok? Conversaremos sobre cómo llegamos justo al punto donde nos encontramos Cómo cruzamos con personas que nos llevaron frente a frente, entre nosotros El color del cielo, cómo nos llamó la atención. Eso sí, lo notaremos después, sólo después como tema de conversación... Estando de frente sentiremos alivio... No sabremos de qué, sólo sentiremos alivio Un sorbo de café, otro sorbo de café, una sonrisa, un mirada, y luego otro sorbo... Un sudor frío en nuestra mente, un soplo de la soledad a nuestro costado... Ignoraremos por completo a la naturaleza, siendo parte de ésta. Si sientes incomodidad, sólo recuerda que es porque nuestras almas están desnudas, y ya no saben qué hacer... El silencio se podría asomar entonces, y sin notarlo, de pronto nuestras manos estarán juntas Quién sabe en qué viento se tropezaron, pero el viento se fue, nuestras manos
Miedos de la vida que podrían expresarse de manera literal, volverse algo físico, dolor físico... Entonces vas por allí por la calle sonriendo a las personas, así como siempre lo has hecho naturalmente... Un día, le sonríes a quien no debes, y lo sabes luego que te entierran el temor hasta el alma Es decir, le sonríes, te devuelve la sonrisa, y te coloca una estaca en el pecho, te golpea y te roba. Hablo de verdadera realidad... Luego temes de sonreírle a cualquiera, pues ahora vez en cualquiera alguien capaz de pretender ser agradable, y entonces ahora eres tú quien no es agradable. Entonces vas por allí, en tu auto, apreciando las luces de la ciudad, naturalmente siempre lo has hecho y te ha agradado. Vas en compañía. Un día, de pronto, una luz te llega y te ciega... Justo por esa luz, una desgracia llega. Hablo de verdadera realidad... Luego, ya no querrás volver a ver luces, le temes a cualquier reflector, pues tienes ese recuerdo, esa desgracia, la luz que te quitó